
Imagen reproducida con fines exclusivamente educativos y de divulgación
Tal pareciera que desde que trazamos el perímetro de nuestras primeras aldeas y nos aventuramos a sembrar por nuestra cuenta las primeras semillas silvestres, el monopolio de la violencia y la brutalidad en nuestra especie ha corrido por cuenta de los machos. Tiranizar, mandar, hacerse obedecer, hacer que se arrodillen ante sí, juzgar e invisibilizar, han sido valoradas como las marcas de la hombría, junto al éxito, a la ausencia de miedo, al acopio del poder y al dominio absoluto sobre todo. La paternidad, en este juego, no es visto como atenuante, sino como amplificador de estos rasgos. Tener a la descendencia dentro del canasto bajo régimen de terror, es la condición básica y fundamental, el requerimiento indispensable para demostrar que se es un hombre capaz de dominarlo todo y merecerlo todo. De allí a la guerra, al genocidio, a la conquista y al sojuzgamiento, solo hay un paso. ¿Donde yace el eslabón de esa trágica cadena, el punto clave donde cortar y amputar esta herencia, a fin de detener esta escalada destructiva? ¿Acaso en los genes? ¿Acaso en el día a día de nuestras más tempranas relaciones familiares?
Por mucho tiempo considerada una derivación lógica del orden natural de las cosas, una de las tantas manifestaciones de nuestra herencia genética, no es sino en las últimas décadas que muchas lúcidas voces se han alzado contra esta equivalencia hombría-violencia y no han dudado en señalar a los hombres mismos como las primeras víctimas de este proceso. En las primeras interacciones de un padre con su hijo, padre que a su vez fue moldeado por otro padre a la vez, se fragua el siguiente eslabón de esta cadena, para bien o para mal. Y es precisamente en este contexto que Negra noche en blanco, primera novela de la escritora costarricense Abril Gordienko, desnuda con precisión algebraica, las interacciones, los mensajes, las violencias cargadas de veneno, que marcan generación a generación las interacciones de un padre con su hijo, que forman a la siguiente generacion de agresores o de hombres extraviados y confundidos, y que en esta novela, aparecen todos como demonios en la última noche de agonía de un padre que debe ser cuidado por el hijo sobre el cual cebó toda su furia. Una lectura obligatoria para todos aquellos, hombre y mujeres incluidos, que deseen cortar esta cadena antes de que sea demasiado tarde.
Negra noche en blanco.
Abril Gordienko.
©2016, Abril Gordienko.
©2016, Uruk Editores Sociedad Anónima.
San José, Costa Rica.
209 páginas.
Hola, ¡no habia visto este post hasta hoy! ¡Muchas gracias! Me siento muy honrada.
Un abrazo.
Mi querida Abril, el honor es más bien mío al poder contribuir a divulgar este libro tan necesario, que debería ser de lectura obligatoria para todos, justo ahora que más que nunca urge redefinir de una vez por todas, lo que la verdadera paternidad implica. Te reenvío este agradecimiento pues en su momento dudo si te llegó por problemas técnicos de mi página que recientemente fueron identificados y subsanados. Un abrazo y quedamos en espera de más obras por parte de tu pluma privilegiada.