21 noviembre, 2024

4 comentarios en «La angustia de la lucidez»

  1. El medir o tratar de exponer la definición del término “lucidez” es una de las búsquedas más grandes de la psicología; en general una pregunta que cada uno de nosotros nos hacemos. Realmente soy ¡lúcido! o no soy de esta generación o pensamiento. Por lo cual este artículo “La angustia de la lucidez” me generó más debates que aclaraciones; eso es bueno cuando estas presente en un trabajo con bases y una visión muy abierta.
    Voy a tomar una poesía de Ramón Valle como referencia al sentimiento que me generó este artículo:
    “Cuando se rompen las normas del tiempo,
    el instante más pequeño se rasga como un
    vientre preñado de eternidad.
    […] Cuando se
    rompe el enigma temporal, cualquiera de sus
    tres modos, Pasado, Presente, Porvenir,
    desvinculado de los otros, es una representación
    eterna y quieta [.] Pasado, Presente,
    Porvenir, los tres instantes se desvinculan y cada
    uno expresa una cifra del Todo.” de su texto «La lámpara maravillosa».
    El tiempo te enseña que uno forma una visión distinta del mundo; y que ese cerebro Reptil va poco a poco desapareciendo, pero te hace falta porque te atrae. Como cuesta pensar en los esquemas tradicionales de un José Saramago; en su visión política de su libro premiado “Ensayo sobre lucidez” o lo de cualquier Psicólogo que trate de esquematizar su visión en un plano convencional de sentimientos y manera de actuar. Eso lo veo como cuando le pregunto a mi padre que es la vida y que son las personas; me viene un pensamiento de Umberto Eco de «Creo que aquello en lo que nos convertimos depende de lo que nuestros padres nos enseñan en pequeños momentos, cuando no están intentando enseñarnos. Estamos hechos de pequeños fragmentos de sabiduría». Por lo cual en mi locura y tratar de explicar todo, creo que el enigma del ser lúcido, seguirá hasta que podamos aclarar por qué estamos en la tierra; pero con investigaciones de este calibre como este artículo de don Luis Diego nos permite soñar en que hay mucho que aclarar y que hay mucho que vivir. Muchas gracias por la publicación. Edwin Acuña 25/04/2017.

    1. Muchas gracias por este amplio comentario, estimado Edwin. Efectivamente, como lo indicas, nada más difícil de definir que la lucidez. Queda inclusive el amargo sabor de boca de que a lo largo de la historia, es el término con el cual hemos tratado de nombrar a nuestra personal locura del momento. Mucho de lo que consideramos lúcido y sensato en nosotros mismos bien pudiera ser lisa y llanamente una herencia de los prejuicios de nuestros padres, de nuestros formadores, de los que nos precedieron. Pero no por ello también podría ser una herencia de lo más sensato que pudieron haber llevado en sí mismos. Y esa herencia es la materia prima con la cual debemos trabajar y en un acto de honestidad intelectual, cuando la madurez llega, conocernos a nosotros mismos, vernos ante el espejo y decidir cuanto de locura y cuanto de lucidez auténticas estamos dispuestos a aceptar en la construcción de nuestra personalidad. Muchas gracias por tu valioso comentario.

  2. El medir o tratar de exponer la definición del término “lucidez” es una de las búsquedas más grandes de la psicología; en general una pregunta que cada uno de nosotros nos hacemos. Realmente soy ¡lúcido! o no soy de esta generación o pensamiento. Por lo cual este artículo “La angustia de la lucidez” me generó más debates que aclaraciones; eso es bueno cuando estas presente en un trabajo con bases y una visión muy abierta.
    Voy a tomar una poesía de Ramón Valle como referencia al sentimiento que me generó este artículo:
    “Cuando se rompen las normas del tiempo,
    el instante más pequeño se rasga como un
    vientre preñado de eternidad.
    […] Cuando se
    rompe el enigma temporal, cualquiera de sus
    tres modos, Pasado, Presente, Porvenir,
    desvinculado de los otros, es una representación
    eterna y quieta [.] Pasado, Presente,
    Porvenir, los tres instantes se desvinculan y cada
    uno expresa una cifra del Todo.”
    de su texto La lámpara maravillosa
    El tiempo te enseña que uno forma una visión distinta del mundo; y que ese cerebro Reptil va poco a poco desapareciendo, pero te hace falta porque te atrae. Como cuesta pensar en los esquemas tradicionales de un José Saramago; en su visión política de su libro premiado “Ensayo sobre lucidez” o lo de cualquier Psicólogo que trate de esquematizar su visión en un plano convencional de sentimientos y manera de actuar. Eso lo veo como cuando le pregunto a mi padre que es la vida y que son las personas; me viene un pensamiento de Umberto Eco de «Creo que aquello en lo que nos convertimos depende de lo que nuestros padres nos enseñan en pequeños momentos, cuando no están intentando enseñarnos. Estamos hechos de pequeños fragmentos de sabiduría». Por lo cual en mi locura y tratar de explicar todo, creo que el enigma del ser lúcido, seguirá hasta que podamos aclarar por qué estamos en la tierra; pero con investigaciones de este calibre como este artículo de don Luis Diego nos permite soñar en que hay mucho que aclarar y que hay mucho que vivir. Muchas gracias por la publicación. Edwin Acuña 25/04/2017.

    1. Muchas gracias por este amplio comentario, estimado Edwin. Efectivamente, como lo indicas, nada más difícil de definir que la lucidez. Queda inclusive el amargo sabor de boca de que a lo largo de la historia, es el término con el cual hemos tratado de nombrar a nuestra personal locura del momento. Mucho de lo que consideramos lúcido y sensato en nosotros mismos bien pudiera ser lisa y llanamente una herencia de los prejuicios de nuestros padres, de nuestros formadores, de los que nos precedieron. Pero no por ello también podría ser una herencia de lo más sensato que pudieron haber llevado en sí mismos. Y esa herencia es la materia prima con la cual debemos trabajar y en un acto de honestidad intelectual, cuando la madurez llega, conocernos a nosotros mismos, vernos ante el espejo y decidir cuanto de locura y cuanto de lucidez auténticas estamos dispuestos a aceptar en la construcción de nuestra personalidad. Muchas gracias por tu valioso comentario.

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